PRINCIPIOS INSTITUCIONALES
Nuestra filosofía institucional propende por el desarrollo integral de los estudiantes, buscando potencializar su capacidad de liderazgo a través de una orientación católica y el fortalecimiento de los valores cristianos. Dentro del contexto en que se desenvuelven nuestros estudiantes, el quehacer pedagógico del C.A.S busca privilegiar los aprendizajes que a continuación se describen:
- Aprender a conocer: En un mundo globalizado en el cual el conocimiento se constituye en herramienta básica y fundamental para integrarse a la realidad y actuar sobre ella. El aprender a conocer se constituye en aspecto clave a desarrollar al interior de nuestra institución. Supone: (I) aprender a aprender para poder aprovechar las posibilidades que ofrece la educación a lo largo de la vida; (II) que el estudiante apropie herramientas de aprendizaje autónomo; y (III) tener la certeza que el conocimiento además de complejo es transitorio.
- Aprender a hacer: entendido no solamente como la posibilidad de prepararse para un desempeño profesional concreto, sino como la capacidad de desarrollar competencias para enfrentar situaciones de variada naturaleza a lo largo de la vida; se refiere también a la adquisición de capacidades específicas como el sentido creativo y la capacidad de trabajar en equipo para dar respuestas concretas a problemas concretos.
- Aprender a convivir: desarrollando la comprensión del otro y la percepción de las formas de interdependencia (capacidad para realizar proyectos comunes y preparación para el manejo de conflictos) respetando los valores de pluralismo, comprensión mutua y paz, con el ánimo de ser constructores de situaciones sociales más justas y democráticas en donde la paz sea una realidad posible.
- Aprender a ser: bajo el principio constitucional del respeto al desarrollo de la personalidad, se busca crear espacios que le permitan al estudiante conocerse y ser, bajo principios de autonomía, libertad, juicio y responsabilidad. Lo anterior supone una utilización consciente de las posibilidades que cada persona posee: memoria, razonamiento, sentido estético, capacidades físicas, aptitudes para comunicar, etc. Buscando delinear su proyecto de vida personal y comunitario.
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Con base en estos principios el Colegio Asosiervas orienta su quehacer pedagógico en el trabajo por competencias, privilegiando el desarrollo de las dimensiones cognoscitiva, comunicativa, axiológica, biofísica y estética. Entiéndase por competencia el saber hacer en contexto, es decir, el desarrollo de las habilidades de cada persona dentro de unas condiciones y ambientes determinados, que logren llevar a la resolución de problemas específicos y, en consecuencia, a la mejoría de su calidad de vida.
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PERFIL DEL ESTUDIANTE
El proceso de formación en el Colegio Asosiervas pretende que el estudiante:
- Sea una persona con un alto concepto de sí mismo y una autoestima estructurada que le permitan reconocerse como ser único y respetar a sus semejantes.
- Una persona que en su cotidianidad evidencie la práctica de valores cristianos, cívicos y éticos, así como la capacidad para crecer y madurar al ritmo que le garantizan su edad y el proceso formativo.
- Una persona que se identifique con los postulados formativos contenidos en la propuesta pedagógica del colegio, amante del estudio, la investigación y partícipe activamente en la construcción de su propio conocimiento.
- Una persona que tenga capacidad de construir y enriquecer constantemente su Proyecto Personal de Vida.
- Una persona consciente de su realidad, que aporte a la construcción de relaciones equitativas y respetuosas en su comunidad.
- Una persona que demuestre orgullo y sentido de pertenencia hacia su familia, su colegio, que se identifique como colombiano y se comprometa positivamente con el progreso e historia de su país.
- Una persona que comprenda y aplique de manera creativa sus saberes en la interacción con el entorno.
- Una persona que valore, desarrolle y exprese armónicamente su corporalidad, consciente de su dignidad como persona.
- Una persona con una estructura cognitiva sólida, capaz de enfrentar los retos de la educación superior, asegurando una formación profesional de excelente calidad.
PERFIL DEL MAESTRO
Teniendo en cuenta la filosofía y principios que rigen el quehacer pedagógico de la institución, se espera que cada docente sea:
- Un profesional de la educación, preparado y formado en una institución de educación debidamente acreditada.
- Con una vocación clara, amor y compromiso inquebrantables hacia su labor docente.
- Seres humanos capaces de expresar adecuadamente sus emociones y comprender las de los demás, capaces de demostrar autocontrol ante las situaciones de crisis o conflicto.
- Seres tolerantes, que encuentren en la diferencia una posibilidad de crecimiento y no una amenaza.
- Profesionales en proceso de aprendizaje constante y en permanente actualización, capaces de interactuar con sus pares en equipo.
- Personas honestas y coherentes que vivencien valores cristianos.
- Profesionales conscientes de la trascendencia y responsabilidad social de su quehacer.
- Personas que destinen tiempo para su vida interior (espiritual). Seres trascendentes, conscientes de la huella que dejan en sus niñas y niños.
- Respetuosos de la individualidad de sus estudiantes, guías que no imponen ni generan dependencias.
- Capaces de educar desde el ejemplo, siendo coherentes, entre su ser, su hacer y su sentir.
- Con espíritu crítico e investigativo, que logran transmitirlo y fomentarlo en sus estudiantes.
- Personas con sensibilidad ante las necesidades afectivas de sus niñas y niños. Capaces de resaltar las cualidades y no las fallas de sus niñas.
- Personas proactivas, capaces de dar soluciones creativas a los conflictos. Seres receptivos y abiertos al cambio.
- Capaces de ejercer su autoridad siendo flexibles y sin ser radicales.
- Sentirse identificados con los principios de la institución.
- Veraz y sincero en todo su actuar y hablar para hacerse digno de confianza.
- Alguien que se respete así mismo y hacia los demás, que sabe dar comprensión porque en los valores y límites de cada persona, reconoce la nobleza del ser humano, imagen de Dios.
- Un Educador que conoce su responsabilidad personal y comunitaria y la asume desde su rol específico y desde el objetivo común de la Institución hacia el que debe encaminarse toda la acción educativa de sus miembros.
- Formador y docente autónomo de buenas relaciones humanas, guiado por el amor y la justicia, creador de paz y promotor de un ambiente armónico donde reinen también la belleza y el orden.
- Maestro creativo con un alto grado de sensibilidad, imaginación y capacidad innovadora que genere en sus educandos la necesidad descubrimiento como indagación de procesos y solución de problemas en situaciones
- Un educador consciente de su momento histórico, innovador, y atento a los cambios pedagógicos y tecnológicos que caracterizan a la educación actual.
- Un maestro comprometido con el alcance de la visión institucional, entregando toda su capacidad, liderazgo y sentido de pertenecía.